A la serie aparatos, compleja en su intensión, osé compararla en su momento con el devenir de un proceso histórico, como si todos los hechos del mundo pudieran caber en unos pocos dibujos. Comencé dibujándola bajo una clara influencia del automatismo psíquico puro hasta que por la dinámica de este método, adquirió la forma de piedras. Luego bajo esas formas terrenales y conocidas, se agruparon y proliferaron. A partir de allí mostré con intención testimonial algunos acontecimientos fundamentales que quedaron atrapados entre sus formas. Están la escritura como signo, la órbita del átomo, la imaginería de la máquina y el cartel urbano como nexo cultural. Toda esta serie me mostró a la piedra como ningún paisaje lo había hecho hasta entonces.